Resistiré (psicológicamente) al estado de alarma (III)

 

Humbelina Robles Ortega – Psicóloga

 

¿Qué otras cosas podemos hacer?

 

Querida amiga, querido amigo

Hemos visto hasta ahora, algunas cosas que podemos hacer para amortiguar el impacto negativo que el confinamiento puede tener en nuestro día a día. Aunque sentirnos mal es una reacción normal y muy humana, no estamos condenados, sin remedio, a sentirnos mal en esta situación.

¿Qué otras cosas podemos hacer para fomentar nuestro bienestar?

 

Es importante estar informado

Escuchar las noticias puede ser parte de las actividades que realizamos en nuestra rutina diaria. Pero pasar muchas horas escuchando lo mismo, puede aumentar innecesariamente los niveles de nerviosismo, de preocupación y de desasosiego.

Se trata de estar al día. Información sí, pero la justa. Vamos a intentar evitar la sobreinformación. Simplemente ponte al día y pasa a otra cosa. Cuidemos el consumo de información en las redes sociales. Existen numerosas noticias falsas, rumores e informaciones inútiles que pueden aumentar nuestros miedos y nos alejan de la tranquilidad.

 

Extraer aspectos positivos

Vamos a intentar extraer los aspectos positivos que pueda tener esta situación. No se trata de frivolizar. Todo lo contrario. Es un tema serio, una situación grave. Pero si algo caracteriza a muchas personas es la actitud de no saber apreciar las cosas buenas cuando las tienen, y solo las saben valorar cuando las han perdido. 

No nos podemos permitir esta actitud. Fomentemos una actitud positiva, optimista. Vamos a reflexionar sobre nuestras prioridades, sobre aquellas cosas/situaciones/personas que son importantes en nuestra vida. ¿Qué es importante en tu vida? Esta situación excepcional tiene que ayudarnos a poner en perspectiva lo que realmente importa y lo que no.

 

Ser solidario

Es el momento de valora la empatía y solidaridad de mucha gente conocida y desconocida. Es el momento de ser solidarios/as. Es el momento de contribuir con nuestro pequeño granito de arena. De agradecer los bienes recibidos (los aplausos en los balcones, este pequeño gesto, tiene un gran valor simbólico: agradecer a quienes están en primera línea de fuego, arriesgando su salud, su trabajo y esfuerzo por un bien común; es, además, es una forma de sentirnos más unidos).

Es el momento de contribuir cada uno con lo que pueda (ayudar a personas que no pueden salir a comprar, hacer mascarillas, grabar un vídeo con ejercicios para mantenernos en forma, compartir recetas, compartir nuestro arte en los balcones, en los vídeos, animar a la gente, hacerla reir, ….

Las grandes catástrofes tienen la capacidad de sacar lo mejor y lo peor del ser humano. Vamos a sacar lo mejor de nosotros mismos. Intentemos no olvidar que se trata de una situación temporal de la que podemos aprender muchas cosas. Vamos a confiar en que esto pasará.

En momentos como los que estamos viviendo, es importante alimentar la esperanza activa. Tener esperanza nos anima a confiar en nuestra capacidad para superar las barreras que encontramos en nuestro camino. La esperanza nos puede aportar la ilusión que necesitamos para anular el fatalismo, para anular el catastrofismo y para no tirar la toalla. Como dice el doctor Luis Rojas Marcos:

«Las personas podemos vivir un mes sin comida, 

tres días sin beber agua,

siete minutos sin aire, 

pero solo unos pocos segundos sin esperanza».

Yo, irremediable optimista y positiva, quiero quedarme con todo lo bueno que sale de las personas en momentos de dificultad.

Para mantener nuestro bienestar emocional, seguiré compartiendo contigo, querido amigo, querida amiga, algunas recomendaciones

¡Saludos!!