Efecto de las altas temperaturas en la medicación: lo que necesitas saber

Efecto de las altas temperaturas en la medicación: lo que necesitas saber

Las altas temperaturas pueden afectar a la medicación y los medicamentos de varias formas. Algunos medicamentos pueden perder su efectividad, otros pueden cambiar su composición química y causar efectos secundarios indeseados, y otros pueden aumentar el riesgo de deshidratación o golpe de calor.

En este post, vamos a explicar cómo proteger la medicación y los medicamentos del calor, qué tipos de medicamentos son más sensibles al calor y qué precauciones hay que tener al tomarlos.

Proteger los medicamentos del calor

La mayoría de los medicamentos se deben conservar en un lugar fresco y seco, alejado de la luz directa del sol y de fuentes de calor como radiadores o estufas. Algunos medicamentos, como las insulinas o las vacunas, se deben guardar en la nevera, siguiendo las indicaciones del prospecto o del farmacéutico.

Cuando viajamos o salimos de casa, debemos llevar la medicación en un neceser térmico o una bolsa isotérmica, que mantienen una temperatura constante. No debemos dejarlos en el coche, en la playa o en lugares expuestos al sol. Tampoco debemos meterlos en el congelador, ya que el frío extremo también puede dañarlos.

Si tenemos dudas sobre cómo conservar un medicamento, podemos consultar el prospecto, el envase o el farmacéutico. Si observamos que un medicamento ha cambiado de color, olor, textura o forma, no debemos tomarlo y debemos consultar al farmacéutico.

Tipos de medicamentos más sensibles al calor y efectos

Algunos tipos de medicamentos son más sensibles al calor que otros y pueden perder su efectividad o causar efectos adversos si se exponen a temperaturas elevadas. Entre ellos se encuentran:

Antibióticos: pueden degradarse y perder su capacidad para combatir las infecciones.

Antiinflamatorios: pueden irritar el estómago y aumentar el riesgo de sangrado.

Anticoagulantes: pueden alterar su efecto y aumentar el riesgo de hemorragias o trombosis.

Anticonceptivos: pueden perder su efectividad y aumentar el riesgo de embarazo no deseado.

Antidepresivos: pueden aumentar la sudoración y la sensibilidad al sol, lo que puede provocar quemaduras o reacciones alérgicas.

Antidiabéticos: pueden disminuir su efecto y causar hiperglucemia o hipoglucemia.

Antihistamínicos: pueden provocar somnolencia, sequedad de boca y sed.

Betabloqueantes: pueden disminuir más la presión arterial y causar mareos o desmayos.

Diuréticos: pueden aumentar la pérdida de líquidos y electrolitos y causar deshidratación o alteraciones en el equilibrio ácido-base.

Inhaladores: pueden perder su presión y su dosis.

Precauciones al tomar medicación con calor

Además de conservar adecuadamente la medicación y los medicamentos, hay que tener en cuenta algunas precauciones al tomarlos con calor:

-Siga las pautas de dosificación y horario indicadas por el médico o el farmacéutico. No aumente ni disminuya la dosis sin consultar previamente.

-Beba abundante agua para mantenerse hidratado y evitar el alcohol, el café y las bebidas azucaradas o con cafeína, que pueden deshidratar o interferir con algunos medicamentos.

Evite la exposición prolongada al sol, especialmente entre las 12 y las 16 horas. Use protección solar adecuada (crema, sombrero, gafas) y ropa ligera y transpirable. Busque lugares frescos y ventilados.

-Vigile los signos de deshidratación (sed, sequedad de boca, orina oscura, dolor de cabeza, cansancio) o golpe de calor (fiebre, piel roja y seca, pulso rápido, confusión, convulsiones). En caso de presentarlos, busque atención médica urgente.

Siempre consulte al médico o al farmacéutico ante cualquier duda o efecto secundario relacionado con la medicación o los medicamentos. No automedicarse ni suspender el tratamiento sin indicación médica.

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