¿Tienes enfermedad cardíaca? Así debes cuidarte para disfrutar en verano

¿Tienes enfermedad cardíaca? Así debes cuidarte para disfrutar en verano

El verano es una época del año que muchos disfrutan por el buen tiempo, las vacaciones y las actividades al aire libre. Sin embargo, para las personas que sufren de enfermedades cardíacas, el verano puede suponer un riesgo para su salud y su calidad de vida. En este artículo te explicamos cómo afecta el verano a los enfermos cardíacos y qué medidas puedes tomar para cuidarte.

¿Por qué el verano puede ser peligroso para los enfermos cardíacos?

El verano puede afectar negativamente a los enfermos cardíacos por varios motivos:

  • El calor: las altas temperaturas provocan una vasodilatación de los vasos sanguíneos, lo que hace que el corazón tenga que bombear más sangre para mantener la presión arterial. Esto supone un esfuerzo extra para el músculo cardíaco, que puede desencadenar una angina de pecho, un infarto o una insuficiencia cardíaca. Además, el calor favorece la deshidratación y la pérdida de electrolitos, lo que puede alterar el ritmo cardíaco y causar arritmias.
  • La humedad: la humedad dificulta la evaporación del sudor, lo que impide que el cuerpo se enfríe adecuadamente. Esto aumenta la temperatura corporal y la frecuencia cardíaca, lo que puede provocar un golpe de calor o una descompensación cardíaca.
  • La contaminación: el verano suele coincidir con un aumento de la contaminación atmosférica, especialmente en las grandes ciudades. La exposición a los gases y partículas nocivas puede irritar las vías respiratorias y reducir el aporte de oxígeno al corazón. Esto puede empeorar los síntomas de las enfermedades cardíacas y aumentar el riesgo de sufrir un evento cardiovascular.
  • Los cambios de hábitos: el verano también implica cambios en la rutina diaria, como viajar, comer fuera de casa o modificar los horarios de sueño. Estos cambios pueden afectar al control de la tensión arterial, el colesterol, el azúcar y los medicamentos. Además, el verano puede ser una época de mayor estrés o ansiedad por las expectativas o las obligaciones sociales. Todo esto puede repercutir negativamente en la salud cardíaca.

¿Qué medidas puedes tomar para cuidarte en verano?

Si eres una persona con enfermedad cardíaca, no tienes que renunciar a disfrutar del verano, pero sí debes tener en cuenta algunas recomendaciones para cuidarte:

  • Evita las horas de más calor: procura no salir a la calle entre las 12 y las 17 horas, cuando el sol es más intenso y las temperaturas son más altas. Si tienes que salir, busca la sombra, usa ropa ligera y transpirable, protege tu cabeza con un sombrero o una gorra y usa crema solar.
  • Hidrátate bien: bebe agua con frecuencia, aunque no tengas sed, para evitar la deshidratación. Evita las bebidas alcohólicas, azucaradas o con cafeína, que pueden aumentar la pérdida de líquidos y alterar el ritmo cardíaco. Si tomas diuréticos o tienes retención de líquidos, consulta con tu médico la cantidad adecuada de agua que debes beber.
  • Controla tu alimentación: sigue una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras, que te aporte vitaminas, minerales y antioxidantes. Evita las comidas copiosas, grasas o picantes, que pueden aumentar la temperatura corporal y la presión arterial. Controla el consumo de sal, que favorece la retención de líquidos y la hipertensión. Si comes fuera de casa, elige opciones saludables y moderadas.
  • Mantén tu actividad física: hacer ejercicio moderado es beneficioso para tu corazón, siempre que lo adaptes a tus condiciones y al clima. Evita hacer deporte en las horas de más calor o en lugares con mucha humedad o contaminación. Elige actividades acuáticas o en espacios climatizados. No te excedas ni te fuerces más de lo debido. Escucha a tu cuerpo y detente si sientes algún síntoma como dolor en el pecho, falta de aire o mareo.
  • Sigue tu tratamiento: no interrumpas ni modifiques tu medicación sin consultar con tu médico. Lleva siempre contigo tu documentación médica y tus medicinas. Si viajas a otro país, infórmate sobre los servicios sanitarios disponibles y los posibles efectos del cambio horario o la altitud en tu salud.
  • Relájate y disfruta: el verano es una buena oportunidad para desconectar del estrés y disfrutar de las cosas buenas de la vida. Busca actividades que te gusten y te hagan sentir bien. Comparte tiempo con tus seres queridos. Practica técnicas de relajación o meditación. Sé positivo y optimista.

Conclusión

El verano puede ser una época maravillosa si sabes cómo cuidarte y prevenir los riesgos para tu corazón. Recuerda seguir estas recomendaciones y consultar con tu médico ante cualquier duda o problema. Así podrás vivir el verano con salud y alegría.

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