Sabemos que un infarto de miocardio produce una lesión en el músculo cardíaco dejando una «cicatriz». La posible reparación de esa cicatriz siempre ha sido una preocupación de los investigadores.
Ahora, investigadores de Universidad de Tsukuba, en Japón, revelan que es posible que hayan encontrado una forma de reparar el daño cardíaco en pacientes que padecen un ataque cardíaco crónico e insuficiencia cardíaca.
Reprogramación genética de las células
Estos investigadores afirman que se puede cambiar la programación de las células del corazón modificando la expresión de algunos genes clave para revertir el daño duradero causado por los ataques al corazón.
Las células cardíacas adultas tienen una capacidad muy limitada para formar tejido cardíaco nuevo, por lo que cuando el músculo cardíaco se daña por un ataque cardíaco, las áreas dañadas se rellenan con tejido cicatricial rígido, no flexible, que deja de cumplir la función de contracción necesaria del músculo cardíaco. Por lo tanto, la presencia de tejido cicatricial deteriora la función cardíaca y provoca arritmias e insuficiencia cardíaca progresiva.
Para explorar esta posibilidad de modificación genética, los investigadores crearon un experimento con ratones. La base del estudio fue el uso de medicamento llamado tamoxifeno. Este medicamento se ha venido usando desde hace muchos años para tratar el cáncer de seno, pero que en este caso podría activar la reprogramación de las células cardíacas.
El resultado fue positivo. Un análisis genético detallado de los ratones mostró que el tamoxifeno activaba la reconstrucción del músculo cardíaco y suprimía la inflamación y la formación de tejido cicatricial. Es importante destacar que este enfoque no solo evitó la formación de este tejido cicatricial adicional, sino que también revirtió la formación de tejido cicatricial existente.
Tratamiento prometedor
Dado que hay pocas terapias clínicas efectivas disponibles para pacientes que han sufrido un ataque cardíaco, este enfoque de reprogramación cardíaca directa podría ser un nuevo tratamiento prometedor.
Regenerar el tejido cardíaco y revertir la cicatrización podría no solo mejorar la función cardíaca en estos pacientes, sino también disminuir el riesgo de muerte por insuficiencia cardíaca. Estos resultados abren una prometedora vía de investigación para actualizar este tratamiento para los pacientes cardíacos.